De naturaleza sensible es un proyecto fotográfico en proceso que nace desde la piel y la intimidad. Surge de la necesidad de visibilizar la sensibilidad como forma de estar en el mundo; no como fragilidad sino como fortaleza y una forma de lenguaje. Un lenguaje propio donde el cuerpo se convierte en paisaje, y el autorretrato dialoga con los elementos de la naturaleza – ramas, flores, raíces, cabellos, pétalos– que se entrelazan con el cuerpo creando una sinécdoque visual; imágenes fragmentadas que sugieren y dejan espacio a la emoción, la belleza efímera y la vulnerabilidad.

Desde niña percibí la sensibilidad como algo que debiera ocultarse, como debilidad que habría que maquillar con una coraza. Este proyecto es un intento de romper esa máscara, de reconocer lo sensible no sólo como rasgo individual sino como vínculo profundo con la vida y la naturaleza. Esta sensibilidad ahora la reconozco como raíz de una mirada que observa con detenimiento lo
invisible, esos detalles que sostienen y construyen la identidad.

De naturaleza sensible es una búsqueda abierta, un camino aún en proceso, un espacio de exploración para trazar un puente entre lo íntimo y lo universal, donde se funden cuerpo, emoción y naturaleza para nombrar lo sensible como acto de resistencia.

INFORME NOCTURNO
Madrugada del 23 de julio de 2024
Una patrulla fue acompañada durante más de dos horas por un fenómeno aéreo no identificado. El objeto —un conjunto de luces rojas y blanco-verdosas, sin formación definida— se desplazaba en silencio, apareciendo y desapareciendo de forma intermitente. Fue avistado por primera vez frente a la fuente del parque y, más tarde, suspendido sobre la carretera del kilómetro 32, a baja altura. El equipo continuó su marcha mientras el objeto los acompañaba, proyectando un resplandor rojizo que iluminaba las paredes del embalse. En ningún momento emitió sonido alguno. Con la llegada del amanecer, el fenómeno se desvaneció sin dejar rastro.

Archivo 2332/00 es una aproximación lúdica, narrativa y mentirosa a la teletransportación y otros fenómenos extraños bajo la premisa de ¿qué pasaría si…?.

Este proyecto fotográfico es una exploración sobre masculinidades diversas y las formas en que habitamos, sentimos y compartimos lo masculino. A través del retrato, busco interpelar las construcciones tradicionales de la masculinidad, alejándose de los estereotipos de fuerza, dureza y distancia emocional. En su lugar, centro la mirada en la vulnerabilidad, la sensibilidad y la ternura como dimensiones legítimas de lo masculino.

Este proceso se expande más allá del retrato, cada persona fotografiada ha intervenido su propia imagen a través del bordado, un gesto históricamente asociado a lo femenino, pero que aquí se resignifica como acto de autorrepresentación. Con esta intervención, quienes participaron decidieron qué mostrar y qué ocultar, trazando su propio relato sobre su identidad y su forma de habitar el mundo.

El cuerpo en estas imágenes está despojado de su carga erótica o sexual. Es un cuerpo político que interpela y se cuestiona hacia adentro y hacia afuera: ¿cómo se ve, se expresa y se lee un cuerpo desnudo en relación con el género? ¿Cómo pueden los hombres y quienes habitan lo masculino construir una identidad más libre de violencia, más cómoda de habitar? Este proyecto nace del deseo de imaginar un mundo donde compartir con lo masculino no implique dolor, sino la posibilidad de encuentros más íntimos, profundos y humanos, donde la intimidad y la ternura sean parte de su existencia.